Los envases de metal continúan siendo, además de un medio ideal por el que apuestan las mejores marcas para vestir sus productos, una excelente opción de sostenibilidad medioambiental por su alta reutilización, y una solución frente al ‘fabricar, usar y tirar’ que amenaza al planeta.
Las marcas están siendo fundamentales en la labor de concienciar a la sociedad en favor de hábitos de consumo más responsables con el medio ambiente. La economía circular ya ha transformado los modelos de gestión y producción de las empresas y cada vez más, los hábitos de los consumidores.
De todos los hábitos adquiridos, el de ‘fabricar, consumir y tirar’ es sin duda el más perjudicial para el medio ambiente, y en el que se concentra el cambio de tendencias de producción y consumo.
Sin duda, el metal puede formar parte de ese cambio, al plantearse como una solución ideal con las condiciones adecuadas para romper el círculo, algo de lo que empresarios y consumidores toman nota. De hecho, crece el interés en torno a envases realizados en aluminio, envases de hojalata o incluso envases realizados en peltre, materiales que aunque con diferentes propiedades, son, en esencia, metálicos. La conciencia de consumo hace que el gesto de tirar después de usar, como ocurre con todavía demasiados envases plásticos, quiera transformarse en usar y reutilizar.
Propiedades por las que el envase de hojalata de Litochap ayuda a impulsar una economía circular
1.- Estabilidad y consistencia. Fabricado con la mejor materia prima, el envase de hojalata de Litochap, se presenta como un material estable y consistente, al mantener durante toda su vida útil, las mismas propiedades que en su origen.
2.- Alta resistencia y durabilidad. Ni el paso del tiempo, ni los daños, golpes o roces que pueda sufrir el envase, afecta al producto al que envasa.
3.- Protección. Las latas mantienen lo bueno dentro y lo malo fuera. Funcionan como una barrera impenetrable para la luz y el oxígeno. Algo fundamental, sobre todo si lo que se envasa son alimentos, ya que estos pueden actuar negativamente y degradarlos de forma prematura. Además, para potenciar esta protección, Litochap aplica un barniz apto para contacto con alimentos en cada uno de sus envases, extremando las condiciones y ofreciendo todas las garantías, como se desprende de los certificados de calidad obtenidos: BCR Packaging, especializada en el envase para alimentación y cosmética; ISO 9001, que regula los Sistemas de Gestión de la Calidad y la Sedex SMETA 4 Pillars que premia a aquellas empresas que realizan una práctica responsable en el área de trabajo, seguridad, medio ambiente y ética empresarial.
Envase de hojalata, sostenibilidad natural
Se puede decir que el envase de metal es por tanto infinitamente reciclable sin pérdida de propiedades, y la infraestructura existente para garantizar que se mantenga en el circuito de material es excelente en todo el mundo. De hecho, se estima que el 80% del aluminio y del acero extraídos todavía se utiliza en la actualidad, esto hace que podamos decir que el metal cumple de forma natural todas las condiciones de sostenibilidad que lo transforman en el formato de envasado que funciona desde el inicio hasta el final de la cadena de suministro.
El concepto de economía circular forma parte del ADN de Litochap desde donde sabemos y asumimos la necesidad de realizar pequeños gestos que sumen a un todo. Que solo así, entre todos, podremos afrontar esa agenda 2030 que dibuja un futuro cada vez más cercano.
